Abandonado, ruinoso y ajado por los años, los vándalos y un incendio que acabó con su esplendor, el Palacio del Canto del Pico aparece como un «fantasma» anclado en lo alto de Torrelodones.
El Palacio del Canto del Pico fue construido en 1920 como casa-museo, con
objeto de albergar la colección de arte de José María del Palacio, Conde de las Almenas. El
aristócrata eligió su emplazamiento por recomendaciones médicas, pues se creía
que el lugar poseía fuertes concentraciones de rayos ultra violeta,
supuestamente beneficiosos para la salud.
El nombre del Canto del Pico proviene del gran canto
de granito que hay junto al palacio con forma de pico.
Desde sus 1.011 m de altitud se pueden divisar 34 municipios
de la región.
Por el palacio han desfilado numerosas personalidades históricas. En él falleció el presidente del gobierno Antonio Maura, que residía en una mansión cercana, denominada El Pendolero. En una de sus visitas al lugar, murió repentinamente mientras descendía por unas escaleras, según se recoge en una placa conmemorativa, instalada en el interior del edificio (Bajando por esta escalera, ascendió al cielo don Antonio Maura).
Por el palacio han desfilado numerosas personalidades históricas. En él falleció el presidente del gobierno Antonio Maura, que residía en una mansión cercana, denominada El Pendolero. En una de sus visitas al lugar, murió repentinamente mientras descendía por unas escaleras, según se recoge en una placa conmemorativa, instalada en el interior del edificio (Bajando por esta escalera, ascendió al cielo don Antonio Maura).
Durante la Guerra Civil, el mando militar republicano lo usó
como sede y cuartel, desde donde Indalecio Prieto y el General Miaja dirigieron
la Batalla de Brunete.
Cuando murió el conde de las Almenas, en 1940, fue donado al
general Franco, quien lo utilizó como residencia de fin de semana y verano al
estar comunicado desde el Palacio de El Pardo por una carretera interior, cuando este murió, pasó a manos de sus
herederos quienes no lo conservaron y su abandono hizo que fuera expoliado, llegando a desaparecer
desde las botellas de vino que se guardaban en la bodega, hasta cuadros, libros
y condecoraciones.
En abril de 1988 se vendió la finca a la empresa hostelera
Stoyam Holdings Limited (SHL), que tenía prevista su conversión en un hotel de
lujo. Sin embargo, tal proyecto nunca se llevó a efecto.
El ayuntamiento de Torrelodones, intentó comprarlo y animar
a la comunidad de Madrid a que lo adquiriera, sin éxito. Hubo varios
proyectos para reutilizar su estructura, entre ellos uno que quería convertir
al palacio en la sede del Patronato del Parque de la cuenca alta del
Manzanares.
Mientras espera en estado lamentable, en manos de impresentables grafiteros y KDD para botellones .……..
No hay comentarios:
Publicar un comentario